martes, 5 de mayo de 2009

esas fotos


Sacarte esas fotos fue tan fácil.

Resultaba toda la novedad,

y no temblaba el pulso.



Parpadeaba sin despertar.

Mis ojos se multiplicaban,

trataban de abarcarte.



Un ojo se perdió en el intento,

cayó del doceavo piso.


Otro,

católico y culposo,

intento suicidarse.



Una centena de ojos intento rodearte por la espalda,

pero no,

no había caso.



En esa plaza del pueblo de ojos,

se levanto tu estatua,

y a cada rato se reunían centenas de ojos a masturbarse.


Todo paso de golpe:

las fotos, masturbarme, vos, y mis ojos.


Parecía tan fácil.


Pero ya se sabe que

así fue como me tatuaron los ojos de vos.











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